La Calle es Luz

Irene Fabregues. 2017.

La luz es sin duda la tinta que usamos en la narrativa fotográfica, en cualquiera de sus géneros o estilos, el autor estudia, analiza y compone con luz. Controlarla requiere de un aprendizaje teórico y técnico, que no servirán de mucho sin la práctica, la exploración es el camino recto hacia el aprendizaje.

En la fotografía callejera, debemos ser muy meticulosos con la iluminación. Componer con luz natural puede parecer sencillo, ya que no hay que cargar con todo el equipo, una gran ventaja, pero hay mucho que aprender. Aquí no se planifican esquemas de iluminación de manual, en la escuela de fotografía nos enseñan a medir luces, a colocarlas para componer con ellas… yo pienso que el saber no ocupa lugar y que “la regla del sunny 16” siempre estará ahí cual “Pepito grillo” pero en la práctica, nuestra cámara tendrá un fotómetro integrado y probablemente osaremos a encuadrar la escena con el sol de frente, ignorando todas esas normas de exposición correcta, desafiando al sagrado manual y a nuestra conciencia, improvisando y moldeando nuestro propio estilo.

Se puede preparar una composición con luz natural, para hacer “fotografía en la calle”, pero la “fotografía de calle” no se prepara, se caza o se pesca el instante, nace de la improvisación.

Irene Fabregues. 2017.

Conocer cómo se comporta la luz natural, cómo varía según la estación, el día, la hora…es uno de los pilares básicos. Cinco minutos de diferencia en un mismo día, son decisivos para la composición, especialmente con los primeros y últimos rayos de sol. La proyección de las sombras, las texturas y detalles que se pueden obtener en ellas, los claroscuros y contraluces ,el volumen y los silueteados… trabajar ese conocimiento, va a convertir una escena banal , en una imagen única y llena de magia, una fotografía narrativa.

La fotografía de calle debe ser narrativa y el buen uso de la luz, es una de las claves para dar fuerza a la composición.

Ya sea foto documental, crítica social o fotografía narrativa, para que una imagen funcione, debe transmitir un mensaje, una historia, una denuncia o un sentimiento. La iluminación aportará romanticismo o un tono dramático a la escena, lo que romperá con la idea preconcebida, de la fotografía como imagen objetiva de la realidad, que desafortunadamente, en la época que vivimos, cada vez se hace más evidente.

Un maestro de la fotografía callejera, por destacar un autor que dominó con excelencia la luz en la calle, es el recién fallecido Fan Ho, fotógrafo, cineasta y actor chino. Fan Ho, el Cartier Bresson asiático , fotografió en los años 50 una Hong Kong multicultural, dotándola de un halo mágico y misterioso de humos y contraluces cargados de dramatismo, de escenas de claroscuros con alma, que son sin duda una obra de arte.

Al margen de tecnicismos, cerraremos esta reflexión con unos ejemplos de contraluz en fotografía de calle, técnica que me apasiona.

Irene Fabregues. 2017.
  1. Los contraluces aportan dramatismo a la imagen. En situaciones de extremo contraste, debemos decidir qué queremos captar, si medimos a las luces o a las sombras. De ello dependerá obtener detalle en el sujeto quemando el fondo, o decantarnos por la silueta completamente opaca , que incitará a la imaginación y narrará una escena de lectura completamente subjetiva.
  2. Introducir la fuente de luz dentro del encuadre también puede funcionar si la escena lo requiere, aunque es un todo o nada, en fotografía de calle es arriesgado.
  3. Los contraluces en días nublados o con densa niebla, serían otro ejemplo de silueteado. La niebla funciona como un gran difusor, la sensación que se transmite es más romántica y ensoñadora, pero que la imagen funcione, requiere de práctica, ya que según su densidad, perderemos detalle y contraste.

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4 respuestas a “La Calle es Luz

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