La edición y la doble página

Uno de los mayores temores al que nos enfrentamos los fotógrafos, es a editar nuestras propias fotografías. Son muchos los factores que inducen a una elección errónea de nuestras imágenes y como dice el gran maestro José Manuel Navia “el nivel de tu trabajo, se medirá siempre por tu peor foto editada”, lo cual añade más presión al asunto.

¿Pero cómo editar? No existe una fórmula secreta ni única que nos deshaga el entuerto. Jimmy Fox, el mítico editor de la agencia Magnum, pregonaba que “la edición es como la alta cocina, con los mismos ingredientes, los platos pueden saber muy diferentes”, y aquí puede estar el quid de la cuestión, porque la selección de nuestras imágenes dependerá de cuál sea el canal de difusión de nuestro trabajo. No es lo mismo enseñar nuestras fotografías en una revista, que en un libro o en nuestras redes sociales.

Podríamos estar escribiendo líneas y líneas sobre la edición fotográfica y a buen seguro que superaríamos las páginas de la enciclopedia británica, así que no me voy a ir por las ramas y vamos a centrarnos en un concepto que me gustaría explicar y que no es otro que la edición de la doble página en los fotolibros.

Al igual que cuando se hace el montaje de una película cinematográfica, no todos los planos ni secuencias son obras maestras, sino que las buenas escenas van acompañados de planos más “normales” pero que son absolutamente necesarios para completar la narración y así hacerla comprensible al espectador. En la edición fotográfica ocurre un poco lo mismo, a nuestras mejores fotografías, a veces las podemos potenciar con otra imagen que quizás no tenga la fuerza de la primera, pero que se complementa de maravilla, ya sea por el concepto, por el color, por las formas… Incluso dos posibles fotografías “descartables” juntándolas, una junto a la otra, pueden crear una buena narración. Esto nos obliga a tener todo nuestro archivo visual en la cabeza y nunca desechar ninguna fotografía a la papelera por mala que nos parezca. 

Pero nada mejor que unos ejemplos visuales para que se comprenda mejor el concepto de la doble página y para ello he utilizado como referencia el libro de ‘American Color 2’ de Constantine Manos.

Me voy ayudar de unos rotuladores de color para señalar dónde está la correlación entre las dos fotografías y que las convierte en una doble página.

Desliza para ver las imágenes:

Como veis, en una buena edición se puede encontrar un enigma dentro de otro enigma, que a su vez está dentro de otro enigma.

Antes de acabar, quería aclarar que esta no es la única manera de editar, solo es una herramienta más de la que disponemos y que nos puede ayudar en alguna ocasión para completar la narración de nuestras fotografías.