Seguimos con las Píldoras de Calle de los compañeros de LCEN. En este caso le toca a Luisón que, usando las últimas tendencias en cámaras de smartphone (de hecho es el único miembro que usa únicamente este tipo de dispositivos), es capaz de encandilarnos con sus fotos del mas «puro street».
1- ¿Cómo definirías la fotografía de calle?
Ufff, qué complicado… Hasta que entré a formar parte del colectivo, lo tenía muy claro: toda fotografía tomada en la calle, en la que la figura humana fuera la protagonista, que se hubiera tomado sin que ésta fuera consciente de que estaba siendo fotografiada, para que no se perdiera la magia del momento, para que no se convirtiera en un retrato, o en un posado.
Pero después de más de un año de intensas conversaciones con el resto de miembros del colectivo, ya no lo tengo tan claro… Sigo defendiendo que la figura humana ha de ser el motivo principal, pero ahora lo hago con la boca pequeña, porque entran en juego muchos más matices. Aún me cuesta aceptar que una banda de palomas, o un pato en un estaque sea “fotografía de calle”. Lo que sí tengo claro es que ha de contar una historia, o conseguir que me imagine una historia. Y desde luego, me ha de emocionar.
2.- Fotógrafo Favorito
Pues mira, la respuesta a esta pregunta en píldoras anteriores gira siempre alrededor de los mismos personajes, clásicos y no tan clásicos, siempre extranjeros. Yo quiero romper una lanza a favor de tres “monstruos” de la fotografía de calle nacionales: Joan Colom, Eugeni Forcano, y Ramón Masats, los dos últimos galardonados con el Premio Nacional de Fotografía. Los tres retrataron magistralmente una época de la vida en España, con unas fotografías en blanco y negro cargadas de poesía, emoción e intensidad. Especialmente impactado salí de una conferencia que dio Masat hace cuatro o cinco años en la Junta Municipal del Distrito de Moncloa, invitado por su hijo Óscar, que es amigo mío.
Y quisiera aprovechar esta píldora para decir que admiro profundamente a mis compañeros de LCEN, los cuales se han convertido también en referencia para mí. Me encantan los personajes de Bambi, y su forma de procesar las fotos; los contraluces y las ausencias de Irene, llenas de poesía; la forma en que trata la luz y cómo las manos y los gestos se convierten en los protagonistas de las fotos de Orietta; las luces, las sombras y la forma de integrar la arquitectura en las fotos de Mario; la sensibilidad y la poesía que encierran las fotos de Raúl, nada pretenciosas, pero muy potentes; la audacia y el atrevimiento de Rodrigo, que no hace más que viajar con el único objetivo de fotografiar las calles de todas las ciudades que visita, poniéndonos los dientes largos al resto de miembros; y las locuras y excentricidades de David, un tipo que es capaz de perseguir una bolsa de plástico durante media hora, en un día ventoso, para capturar el momento en que alguien se enreda el pie con ella. ¡Yo sería incapaz!

3- ¿Blanco y negro o color?
Aquí, de nuevo, lo tenía muy claro hasta mi ingreso en el colectivo. Siempre había defendido la fotografía de calle en blanco y negro, pues entendía que ésta llegaba mejor al alma, y transmitía mejor el espíritu de la foto. Creía que el color podía distraernos de lo verdaderamente importante.
Sin embargo, después de más de un año en el colectivo, e innumerables horas de discusiones enriquecedoras, ahora entiendo que el color también es parte de la fotografía de calle, una parte muy importante. La vida es en color. ¿Por qué limitarnos a verla en blanco y negro? Ahora disparo siempre en color, y publico las fotos a color, aún siendo consciente de que muchas funcionarían mejor en blanco y negro, o al menos, transmitirían un mensaje diferente.
4- ¿Utilizas música cuando haces fotos o prefieres escuchar el sonido de la calle?
Ésta es fácil, siempre escucho el sonido de la calle. De la misma manera que nunca llevo gafas de sol cuando hago fotos (aunque sí para el resto de ocasiones en que estoy en la calle), pues distorsionan la percepción de lo que veo en la pantalla: los colores, la luz.
5- ¿Espacios llenos o vacíos?
¿Puede ser algo intermedio? No soy capaz de hacer buenas fotos en espacios con mucha gente. A mí me gusta que mis fotos se centren en un momento, un rostro, una pareja, un trío, unas manos. Demasiadas personas en el encuadre me distraen, la foto pierde fuerza.
Vacíos tampoco, si acaso, espacios poco transitados. Como yo entiendo que en la fotografía de calle ha de aparecer siempre una figura humana, necesito que alguien transite por el espacio que capturo.
6- ¿Cuál es tu herramienta (cámara, objetivos, móvil…) preferida? ¿Por qué y cómo la utilizas?
Para bien o para mal, soy el único miembro de LCEN que dispara únicamente con móvil. Y estoy muy a gusto así. El móvil lo manejo a la perfección. No tengo conocimientos técnicos de fotografía, por lo que no sabría usar los parámetros fotográficos de una cámara.
Han sido muchas las personas que me han dicho que debería dar el salto, incluidos mis compañeros de LCEN. Pero no me atrevo, no sé si porque estoy cómodo así, o por miedo a los desconocido. El móvil viene siempre conmigo, se desbloquea muy fácilmente. Es pequeño, ligero, y lo que yo considero más importante, es muy poco intrusivo. Me resulta relativamente sencillo acercarme a las personas, disimular, y disparar. Sé positivamente que sería incapaz de comportarme así con una cámara en la mano. Tendría que modificar mi técnica.
7- ¿Qué llevas en tu mochila fotográfica?
No llevo mochila fotográfica… No salgo a hacer fotos, sino que hago fotos cuando salgo, habitualmente con la familia. Disparando con un móvil, no necesito nada más que llevarlo conmigo. Si acaso, cuando he estado de viaje y no he tenido oportunidad de carga la batería hasta pasadas muchas horas, puedo llevar un cargados portátil. Si estoy en mi ciudad, Madrid, ni siquiera eso. Actualmente, disparo con un Huawei P20 Pro.

8- Consejos para los amantes de la fotografía de calle
No soy persona de dar consejos, no me considero con autoridad para ello. Si acaso, voy a contar lo que a mí me ha servido, y que podemos dividir en dos apartados diferentes:
1. Abrir mucho los ojos y cambiar la forma de percibir el mundo. Yo antes caminaba con los ojos al frente, ajeno a lo que ocurría a mi alrededor. Ahora camino con los cinco sentidos alerta, teléfono en mano, cámara encendida. Hacer fotografía de calle me ha cambiado la forma de ver el mundo, a mejor. Ocurren mil escenas a nuestro alrededor dignas de inmortalizar que, si no estamos atentos, no se volverán a repetir.
2. No creerse nadie importante ni creer estar en posesión de la verdad. He aprendido mucho más en un año como miembro de LCEN, escuchando y hablando de fotografía de calle con mis compañeros, que en los cuatro o cinco años anteriores que ya practicaba esta disciplina. Ellos me han enseñado a ampliar mi visión, y a entender que hay muchas definiciones de fotografía de calle, muchas formas de verla, y muchas formas de practicarla. Hay que ser receptivo y empaparse del buen hacer de los demás.
Añadiría un último consejo y es no tenerle miedo a la calle, ni a equivocarse. La calle hay que amarla, yo la amo. Hay que hacer muchas fotos, para que salga una realmente buena, yo hago muchas fotos pero publico muy pocas, sólo las que me dicen algo.
Podéis encontrar mas fotografías de Luisón en:
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