
Uno de los temas mas debatidos en foros y páginas de fotografía de calle probablemente sea cuándo una foto puede etiquetarse como callejera o cuándo hablamos de paisaje urbano …si la foto está tomada en la ciudad o en un pueblo, si aceptamos como fotografía urbana una imagen tomada en las afueras, los caminos, en el supermercado o la biblioteca. Sobre las grandes urbes, las pequeñas aldeas y sus alrededores…hay un estúpido empeño en cuestionar el género, según la localización. La fotografía de calle tiene su esencia en las personas que la transitan, esa calle de las grandes urbes y esa calle de los pueblos mas pequeños. Esa instantánea que pretende documentar una forma de vida o narrar una escena en un espacio público, a través de la mirada única de cada fotógrafo. Ese día a día en la sociedad, la convivencia en cualquier cultura, en toda época, la espontaneidad de esa rutina humana , ésa es la fotografía de calle.
Sin embargo, sobre la narrativa, los diferentes estilos y la composición, se debate menos. Tanto la interpretación, como la intencionalidad del autor, son subjetivas, pero pocos se mojan en hacer un análisis de imagen; se valora la estética pero no se habla de interpretación artística, el gran debate siempre es si cuenta o no como foto de calle.

Hoy planteamos una nueva cuestión: cuando la ausencia es el mensaje. Una de las primeras fotografías de calle, fue un daguerrotipo, «El Boulevard du Temple» de Charles Nègre. El tiempo de exposición era tan elevado, que en la imagen no aparecen personas, el único indicio de humanidad expuesto, diminuto por la distancia de la toma, son un limpiabotas y su cliente, que permanecieron en escena durante los ocho o diez minutos que duraba la exposición . Esa es la primera fotografía de calle, así lo recoge la historia.
Una imagen sin personas, donde la ausencia… habla de la gente.

Una calle vacía, una casa abandonada, una bicicleta aparcada, una muñeca perdida…objetos que nos hablan de sus dueños, vacíos que llenan la escena…la sutileza de la ausencia…cuando el vacío habla de la gente, también es fotografía de calle. No hablamos de paisaje urbano ni de retrato callejero, tampoco de naturalezas muertas ni de bodegones de exterior, porque éstas, son composiciones preparadas. Hablamos de la esencia de la ausencia, del alma de las cosas y las calles.
A veces menos es más y la ausencia es el mensaje. El halo de misterio que envuelve una escena de este tipo y el dramatismo que genera la incertidumbre, ese potencial de la evidencia en la ausencia, ese otro tipo de fotografía de calle.
Excelente reflexión. En cada articulo que leo aquí, logro confirmar cosas que he llegado a pensar alguna vez. Gracias
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Gracias a ti Fernando!
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