Hablamos de Friedlander

Hace cosa de dos años, llegó a mis oídos que la Fundación Mapfre iba a programar, en su sede de Madrid, una exposición de Lee Friedlander. Desde entonces fui tachando los días en el calendario y, cuando por fin llegó el momento de visitarla, solo puedo decir que ha merecido, y mucho, la espera.

Libros destacados, fotografía de Luis Camacho – Exposición Lee Friedlander

Los amantes de la fotografía tenemos que estar muy agradecidos a la Fundación Mapfre pues nos tiene acostumbrados a programar a fotógrafos que pertenecen con creces al Olimpo de la fotografía, y si no me creen, pasen y vean: Bruce Davidson, Berenice Abbott, Lisette Model, Paul Strand, Garry Winogrand, Duane Michals, Nicholas Nixon, Brassai y así, un largo etcétera.

Una vez metida la cuña publicitaria de la Fundación Mapfre, vamos a lo que nos ocupa que no es otra cosa que hablar de Lee Friedlander. Uno de los “padres” de la ‘street photography’ y sí, digo “padre” porque aunque la fotografía callejera tiene muchos antepasados, la dichosa palabreja, que nadie se pone de acuerdo en definir, aparece por primera vez en la introducción que hizo el curador John Szarkowski para la exposición que comisarió: “New Documents”, en el MoMA de Nueva York en 1967. Allí Friedlander compartió un modesto espacio en el sótano del museo neoyorquino con los entonces casi también desconocidos: Garry Winogrand y Diane Arbus.

América by car, fotografía de Luis Camacho – Exposición Lee Friedlander

“New Documents” supuso una ruptura dentro de la fotografía documental. Como decía Szarkowski, hasta ese momento los fotógrafos documentales estaban preocupados por captar con sus cámaras, casi de forma forense, una descripción visual de un tema a menudo utilizado para mostrar los males del mundo y así generar un interés para solucionarlos. Mientras que para los nuevos fotógrafos, la cámara no sólo era una herramienta para captar y describir el mundo, sino también para reconocer y examinar sus interacciones personales con él. Su objetivo, escribió Szarkowski, “no ha sido reformar la vida, sino conocerla”.

Y es en esta última frase donde hay que situarse para adentrarnos en el complejo mundo visual de Lee Friedlander para entender su fotografía, y también para disfrutar de la exposición que, a lo largo de más de trescientas fotografías, recorren seis décadas de imágenes de Friedlander.

Teleoperadores de Omaha, fotografía de Luis Camacho – Exposición Lee Friedlander

Para Carlos Gollonet, comisario de esta exposición, “Reconstruir la heterogénea obra de Lee Friedlander supone sumergirnos en un mundo cargado de elementos cotidianos y reconocibles pero que, tras una segunda reflexión, adquieren un significado distinto, más completo. Considerado uno de los artistas fundamentales del siglo XX y tras más de sesenta años fotografiando a diario, continúa renovando su lenguaje. En esa búsqueda de metáforas visuales de difícil comprensión, pese a su aparente cotidianidad, su mirada crítica, ha reflejado, aun con unos propósitos estrictamente formales, la enormidad y el caos de la sociedad americana.

En su obra, Friedlander contrarresta los ideales de la práctica moderna mirando hacia la cultura popular en busca de inspiración, de forma parecida a como lo hacía el arte pop, rompiendo así los medios de representación tradicionales. Para ello incorpora un repertorio banal, crea argumentos visuales confusos y sacude al espectador con un sentido de la ironía derivado de yuxtaposiciones de objetos e ideas aparentemente inconexas que contrasta con la seriedad de los antiguos profesionales”.


La exposición hace un recorrido cronológico completo por su extensísima obra. Un trabajo que, casi siempre, se agrupa en series y conjuntos de fotografías que desarrolla a lo largo de varios años. En la exposición se subraya la importancia de estos proyectos que, con frecuencia, se concretan en forma de publicaciones, otra de sus pasiones: “The Little Screens”, “The American Monument” o “America by Car” son sólo algunos ejemplos. Pero también se muestran asociaciones por tema o por estilo que agrupan cerca de trescientas cincuenta fotografías entre retratos, autorretratos, fotografías familiares, naturaleza, paisaje urbano y once fotografías, nunca expuestas antes, realizadas en España en el año 1964. Todo ello nos acerca a la compleja obra de uno de los más influyentes fotógrafos norteamericanos del siglo XX.


Fundación MAPFRE Paseo de Recoletos, 23 28004 Madrid

Horario:

Lunes (excepto festivos): 14:00 – 20:00 horas

Martes a sábados: 11:00 – 20:00 horas Domingos (y festivos): 11:00 – 19:00 horas


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