Sí, soy uno de esos desgraciados que cumplen años en diciembre y casi siempre me intentan hacer la llamada jugada de “Pack indivisorio de regalos Navidad/Cumple”. Afortunadamente esta vez no ha sido así y me he juntado con 3-4 fotolibros que estoy devorando, lo cual me ha llevado a la siguiente conclusión:
Cuanto más leo, menos fotografías hago.
Puede parecer absurda mi afirmación, puesto que se supone que estos libros están pensados para inspirar, hacer que salgas a la calle y te comas el puto mundo, pero conmigo funcionan un poco diferente. Yo me quedo TAN fascinado con todas esas fotografías tan potentes y personales (pensadas y dotadas de un alma única por sus autores), que cuando salgo a la calle sólo busco sorprenderme a mí mismo de la misma manera. Y amigo mío, eso no es algo que se consiga muy a menudo. Es más, desconfío de todo aquel que me dice que vuelve de sus salidas “con varios fotones”, puesto que rara vez creo que lo son.
Podéis pensar en estos momentos que mi vida fotográfica es una tristeza, pero esta experiencia no está siendo necesariamente mala. Salgo mucho más a la calle, busco cosas más concretas, y me divierto como nunca pese a que mi dedo pocas veces hace “clic” en el disparador. Simplemente creo que, como droga dura que es la foto de calle, mi cuerpo rechaza lo de siempre (lo probado mil veces) y busca chutes mayores que satisfagan la necesidad de emocionarme con mis propias tomas. Y amigo… si logras esa conexión, créeme que ya te dará igual obtener esa aprobación (que a veces no es justa o nunca llega) en el público de la redes… la foto es tuya y te ha costado horrores conseguir lo que buscabas. Y punto pelota!.

Es por ello, que recomiendo encarecidamente dejar de lado un poco la extrema saturación de imágenes de Instagram y Facebook (en la que lo extraordinario se mezcla con cantidades industriales de fotos superfluas; incluso de toda esa gente que admiras, ya no hay filtro), e ir mes a mes engordando nuestra librería fotográfica, con imágenes mucho mas cuidadas, seleccionadas, y queridas por sus autores. De esta manera mejoraremos nuestro ojito, nuestra cultura fotográfica, y quizás no hagamos tantas fotos, pero si serán más pensadas, y sobre todo, más personales.
Acabo mi artículo con algunas recomendaciones de Libros, os animo a aportar, y escribir comentarios con las vuestras!
Para aprender a mirar:
De esos que querrás ver una y otra vez:
- Eyeshot Issue Nº1: Surreal
- 100 Great Street Photographs – David Gibson
- Street Photography Now – Sophie Howarth y Stephen McLaren (Ojo, bastante texto en inglés)
Fotolibros con personalidad:
- Minutes to Midnight – Trent Parke
- WARN’D IN VAIN – Dirty Harrry
- Early Color – Saul Leiter
- Hawaii – Shin Noguchi
Precisamente hoy he borrado Instagram, por lo mismo que cuentas.
En cuanto a los libros, a mí si me sirven como una fuente de inspiración, pero los leo antes de dormir, cuando no hay “ansia” de salir a fotografiar.
Un abrazo
Jose Carpin
Me gustaLe gusta a 1 persona
Tampoco es eso! Además todos vuelven a IG! Eso si, hay que saber apartar toda esa paja…
Y siempre mejor los fotolibros. Saludos Jose y Feliz Año!
Me gustaMe gusta
Completamente de acuerdo con lo que expresas; hay tanta basura fotográfica en la redes sociales, que provocan alergia. ¡Basta del engaño y bombardeo!, de mil fotos publicadas, tal vez dos valgan la pena…mejor sigo enganchada en los libros. Un abrazo mexicano.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hay algún libro que recomiendes? Anímate a compartirlo!
Me gustaMe gusta