En un mundo centrado en lo digital, es grato encontrarse perfiles de Instagram como el de Steffi, una fotógrafa de calle con un gran amor por la fotografía analógica.
Sus fotos, lejos de cualquier artificio, reflejan la actualidad con aromas de otra época.
Comenzamos con la entrevista:
En Instagram te conocemos como Steffi, pero … ¿nos puedes contar algo más de ti y tu afición por la fotografía?
Pues os cuento que vivo en Madrid desde hace unos cuantos años aunque soy Murciana de nacimiento.
Soy una persona muy visual, así que el tema de la imagen me ha atraído siempre. Mis primeros ahorros, con 12 o 13 años fueron para comprarme una videocámara y tengo grabada toda mi etapa adolescente a base de vídeos caseros muy a pesar de mis amigos y familia. Mi afición por la foto llegó un poco después, cuando descubrí la cámara réflex de mi padre, una Minolta SR-T 101 y me la apropié. Tardó años en darse cuenta.

Muchas de tus fotografías son analógicas, ¿Qué te gusta de este formato en plena era digital?
Supongo que es porque así descubrí la fotografía, como te contaba, con la cámara de mi padre. A parte de algunos experimentos con amigos, me la empecé a llevar siempre que viajaba y sin darme cuenta se convirtió en algo esencial. Sin duda hay algo de romántico y emocionante en lo imprevisible de la foto con película. Te pone a prueba, te hace pensar, ser consciente y esperar. Algo que en la era digital no practicamos tanto.
Aunque no me niego a la tecnología, ojo. Al fin y al cabo soy de la época que ha vivido la transición entre ambos medios y cuando tuve mi primer iPhone, empecé a hacer fotos también con el móvil. Creo que ambas técnicas son complementarias y si hablamos de la foto de calle, el teléfono me permite ser más discreta y rápida: Veo “la foto”, ajusto exposición, click y ya.
Me divierto con ambas cosas pero sigue habiendo algo en la película que la hace diferente y que de momento no me apetece dejar.

¿Qué encuentras tan atractivo en la fotografía de calle?
Como diría Eggleston: “Creo que no hay nada más interesante que lo que nos rodea”.
De la calle me gusta el sentido de movimiento, el ritmo, la urgencia, lo impredecible. Las expresiones de la gente: afecto, enfado, prisa, tristeza. Alguien esperando a un taxi, una pareja dándose un beso, una señora despeinada por el viento… Escenas sucediendo en décimas de segundo que no vuelven a repetirse. Para mi, conseguir captar ese preciso momento es lo emocionante.
Cuando salgo a la calle no voy con una idea concreta. Es el “show me”. Voy con la idea de, con suerte, cruzarme con algo interesante. Tomar la foto es algo casi instintivo, más que pensar se trata de reaccionar a eso que me estimula.
Me encantan las calles abarrotadas y los pasos de cebra. Tengo varios puntos favoritos en el centro de Madrid. Cada uno a una determinada hora según el sol. Quien me conoce sabe mi obsesión por la luz y en parte, creo que es algo fundamental en cualquier tipo de fotografía pero sobre todo en la fotografía de calle te da mucho juego. Puede hacer que la foto no te diga nada o que se convierta en algo increíble.
Lo pregunto porque muchas veces la gente tiene ese miedo…¿Alguna vez se ha molestado alguien porque le hicieses una foto?
Generalmente soy bastante disimulada, sobre todo si las hago con el móvil pero cuando voy con la cámara, hay veces que al hacer contacto visual ya ves si a la persona le va a molestar o no (aunque alguna vez me he equivocado pero he salido más o menos airosa). Incluso hay veces que he pedido permiso si realmente quiero hacer la foto, pero eso no es muy frecuente porque considero que ya pierde algo de naturalidad.
En las calles muy transitadas es más fácil porque todo sucede tan rápido que es en plan: ¿Me acaban de hacer una foto? Bueno, no sé si era a mi, qué más da.

¿Y qué tal estás llevando lo de hacer fotos en cuarentena?
Pues para mi suerte o desgracia vivo en una calle donde no pasa prácticamente nada, así que no he hecho fotos más que dentro de casa. Está bien para experimentar otro tipo de foto y siempre aprendes cosas interesantes, pero he de reconocer que tengo un poco síndrome de abstinencia y estoy DESEANDO salir a la calle cámara en mano para hacer una colección de la “desescalada”.
Gracias Steffi, ¡esperaremos con ansias esas fotos!
Si os ha gustado su manera de ver la calle, os recomendamos que veáis sus fotos en su perfil de Instagram:
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