Cuántas veces has leído aquello de «prueba a pasarlo a blanco y negro, a ver si mejora».
Se nos llena la boca hablando de la espontaneidad en la foto de calle, del instante decisivo… pero en cambio, no se trabaja la composición, la tendencia es a disparar sin criterio y maquillarlo en casa.
Si no has conseguido el resultado esperado, vuelve a por otra toma, porque es ahí donde te estás fallando. Este artículo es una reflexión personal, sobre el mal uso del blanco y negro en la fotografía de calle.
Se me encoge el alma cuando se ningunea la fotografía en blanco y negro, cuando se convierte en un desafortunado recurso de postal para principiantes, o se tacha de “nivel inferior” por el fotógrafo avanzado.
El blanco y negro no es un “filtro” ni un efecto, no es un acabado. Es un estilo, un lenguaje al que se le está perdiendo el respeto. Es una forma de mirar y una forma de escribir. En mi opinión, con la fotografía digital hay una enorme tendencia a empezar la casa por el tejado, a intentar escribir sin aprender a leer.

Hoy en día todo el mundo tiene una cámara de fotos, como mínimo en su teléfono móvil, a diario documentamos nuestra vida. Vivimos un bombardeo de imágenes, es evidente que hay un enorme cambio en la forma de comunicarnos, sin ir mas lejos, en 2017, el prestigioso Oxford Dictionary, ha elegido como palabra del año, un emoji, (el de la risa con lágrimas en los ojos.) En mi opinión, deberían incluir la lectura de imagen en la educación primaria.
La impresión que tengo últimamente con este tsunami de imágenes, en el que todo el mundo se siente fotógrafo, es que no se trabaja la luz, que se cuenta a priori con el procesado, por lo que falta alma, falta mucho de la emoción del fotógrafo y su conexión con el momento. Nos centramos demasiado en la cacharrería y la técnica y muy poco en la composición.
Respecto al uso del color o el blanco y negro, creo que hay que tomar conciencia. Al igual que elegimos focal, encuadre y modo de medición, debemos ser conscientes del peso que aportan el color o su ausencia a la composición. De cómo pueden entonar el mensaje. Como herramienta compositiva, como elemento connotativo, debemos conocer lo que aporta cada estilo y emplearlo intencionadamente, como parte del discurso.
El blanco y negro, ni es más fácil, ni muchísimo menos, es una solución para una mala foto. Si una imagen no es buena, en escala de grises será peor.
La fotografía en blanco y negro debe estar muy bien compuesta; la calidad de la luz, las texturas, el ritmo, el equilibrio en las formas, las líneas… y sobre todo, el contraste. Esta primera lectura “objetiva» o denotativa, si funciona, nos va a guiar hacia el discurso connotativo. Conseguir una foto espectacular en blanco y negro es mucho más laborioso que en color, pasar cualquier foto a blanco y negro es un tremendo error.
Es por esto, por lo que me atrevería a decir, que una foto “floja” podría funcionar sólo en color, si en ella hay armonía o contraste pictóricos, porque el color tiene tanto peso, que podría ser el mensaje o maquillarlo… Así que voy a darle la vuelta a esa frase con la que introducía el artículo; a veces la foto funciona sólo en color.
A pesar de todo esto, en mi opinión el color, cuando no suma, resta… pero ese también es otro tema .Sinceramente opino que se está perdiendo la esencia de la fotografía de calle, con tanto post procesado.

Mirar en blanco y negro es analizar la calidad de la luz, la disposición de los elementos, las texturas y los ambientes. Cuando sabemos qué queremos transmitir, estamos más cerca de conseguirlo.
Las connotaciones que aporta este estilo son muchas, aprendamos a fotografiar “el color”, (incluyo aquí el blanco y negro), como un elemento más. Al igual que somos selectivos encuadrando, en la medida de lo posible, debemos incluir el color en el discurso, porque es un elemento más de la composición.
Trabajemos la toma, ésta no es una disciplina de ediciones, es una fotografía de emociones, de expresión artística. La fotografía de calle surge de la conexión con el momento y nuestro acercamiento emocional. A ésto se refería Robert Capa en su famosa cita “si la foto no es buena, es porque no estabas lo suficientemente cerca”.
Una foto técnicamente perfecta o estéticamente bonita, puede no transmitirnos nada, pero una foto con alma, sólo puede hacerla una persona.

Reblogueó esto en Irene Fabregues.
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